Síntomas

¿Cuáles son los síntomas?

El cólico suele aparecer entre los quince y treinta días de vida aproximadamente.

• El primer síntoma es el llanto inconsolable e irritabilidad a partir de la segunda semana de vida. El ataque del cólico suele aparecer por la tarde-noche sin motivo aparente, y con una duración media de tres horas al día, tres veces por semana, y que se prolonga en el tiempo durante tres meses. No obstante hay muchos bebés que no siguen este patrón, pero suelen estar todo el día incómodos e inquietos.

• El bebé tiende a flexionar sus rodillas sobre el abdomen y a estirarse bruscamente con gran llanto.

• Dificultad para expulsar los gases.

• Presentan la tripita hinchada (timpanizada > meteorismo).

• Suelen demandar continuamente y no respetan los intervalos de 2,5 horas a 3 horas entre toma y toma.

• Nerviosismo e irritabilidad durante todo el día debido a las molestias y a la falta de sueño generada por el cólico.

• No sienten alivio con ningún medicamento específico.

• Aumento de la regurgitación.

• Descenso del número de deposiciones.

Hay bebés que viven de una forma más intensa que otros estos síntomas. Hoy por hoy es muy frecuente que los bebés tengan cólico. Se puede decir que antes “algún bebé tenía cólico” y hoy diríamos que “algún bebé no los tiene”.

¿Qué hacer si creemos que nuestro bebé tiene cólico?

Lo primero es acudir al pediatra y que éste excluya otras posibles patologías como intolerancia a la lactosa o a la proteína de la leche de vaca.

También debe valorar si pudiera existir alguna otra causa para las molestias (dolor de oído, fiebre, infecciones etc).

De no ser así hay que seguir unas pautas de conducta para calmar al bebé, como favorecerle la expulsión de los gases (eructo), alimentarle de la forma y cantidad correcta y marcada por el pediatra, tenerle en posición vertical ya que es más favorable para evitar molestias digestivas que la horizontal, y buscar una solución como el método rubio.

Diagnóstico del reflujo oculto

Existe la posibilidad en un gran número de bebés, de la posible existencia de reflujo oculto o silencioso.

Son síntomas muy parecidos a los del cólico, pero con un diagnóstico diferencial.

Por mi experiencia en el trabajo con los bebés, sé diferenciar que bebé lo tiene y en qué grado. Si eso fuese así, os lo hago saber para que habléis con vuestro pediatra de la posible existencia de dicho reflujo,y las medidas a tomar con este problema.

En ningún caso trato el reflujo, sólo lo diagnóstico.